Una de las plataformas aéreas menos popularizadas son los zepelines y dirigibles no tripulados. Cuando en el siglo XX en el auge de este tipo de aeronaves; se produjo unos graves accidentes debido a que portaban para su aeronavegabilidad hidrógeno, gas que resulta ser muy inflamable, lo que conllevo una gran repercusión mediática con la consecuente despopularización de este método de transporte. Sin embargo en el siglo XXI se perfilan como aeronaves muy prometedoras, ya que se ha mejorado su seguridad y ahora emplean helio, que no es inflamable.

Los zepelines y dirigibles no tripulados disponen de varias ventajas por sus características frente a los aviones de ala fija y multirotores. Una de las principales ventajas frente a los aviones de ala fija es que puede aterrizar y despegar verticalmente prácticamente en cualquier lugar, incluso sobre el agua; por lo que no depende de pistas de aterrizaje. Son tremendamente silenciosos y tienen un coste de operación muy reducido, consumen alrededor de un tercio del combustible que necesitaría un avión en las mismas condiciones. Además en comparación con cualquier otro tipo de UAV los zepelines y dirigibles no tripulados disponen de una autonomía descomunal y una gran capacidad de carga de pago.

Su capacidad de operar en condiciones meteorológicas extremas y la no necesidad de infraestructuras hace posible que los zepelines y dirigibles no tripulados puedan transportar grandes mercancías fácilmente hasta zonas muy remotas, lugares en guerra o que hayan sido devastados por desastres naturales, haciendo las misiones más efectivas.

zepelines y dirigibles no tripulados - Nimbus

Aplicaciones de los zepelines y dirigibles no tripulados con el Autopiloto Veronte

La integración del Autopiloto Veronte en zepelines y dirigibles no tripulados permite desarrollar con una gran efectividad y eficiencia múltiples tipos de aplicaciones en casi cualquier industria, utilizando dirigibles autónomos, sin limitarse al empleo de los dirigibles en publicidad.

Con la incorporación de una cámara térmica se pueden realizar supervisiones de líneas eléctricas para detectar puntos de calor. Estos puntos de calor suelen indicar excesos de potencia que conllevan perdidas de energía, además, también pueden indicar una rotura en la infraestructura, entre otras funciones…

Si además de la incorporación de una cámara térmica se integra una cámara de visión artificial, los zepelines y dirigibles no tripulados se pueden emplear para la prevención, detección y extinción de incendios forestales. La cámara térmica facilitaría la detección de los focos de los incendios por su temperatura más elevada, y la cámara de visión artificial facilitaría la detección de columnas de humo.

Como conclusión cabe destacar que el Autopiloto Veronte está preparado para integrarse en cualquier dirigible autónomo, siendo compatible con todo tipo de configuraciones. Veronte es incluso capaz de controlar configuraciones híbridas como la plataforma Nimbus EOS XI.